La Policía irlandesa (Garda) desactivó hoy dos bombas "viables" horas antes de la llegada de la reina Isabel II de Inglaterra al país, en medio de un espectacular operativo de seguridad por temor a atentados terroristas de grupos disidentes republicanos.
El primer explosivo fue hallado en el compartimiento para valijas de un autobús en la localidad de Maynooth, cerca de Dublín, en tanto que el segundo paquete sospechoso fue encontrado en una estación de tranvía en el área Inchicore de la capital irlandesa.
En el autobús viajaban unas 30 personas cuando la Policía dio el alerta.
Al menos 4.000 efectivos policiales participan del operativo de seguridad por la visita real de cuatro días, la primera de un monarca británico al país en 100 años.
Las medidas de seguridad incluyeron un "blindaje" de Dublín, como también el vallado de las principales arterias de la ciudad. Los agentes allanaron el sistema de alcantarillado dublinés y revisaron postes de luz y cabinas telefónicas por temor a paquetes explosivos.
En Londres, Scotland Yard investigaba otra amenaza de bomba, un día después que varias zonas céntricas de la ciudad fueron cerradas al público debido a alertas por explosivos.
Isabel II y su esposo, el duque Felipe de Edimburgo, tienen previsto arribar hoy a Dublín, donde serán recibidos formalmente por la presidenta irlandesa, Mary McAleese.
El rey Jorge V (1865-1936) fue el último monarca británico en visitar Irlanda, en 1911, cuando este último país era parte del Reino Unido.
Como parte de la visita real que comienza hoy, la soberana será recibida en la residencia oficial de Phoenix Park, en Dublín. También tiene previsto visitar el Trinity College, el estadio de Croke Park y los Jardines Nacionales de Memorial de Guerra.
La Reina planea además dar una ponencia en el Castillo de Dublín, antes de visitar los Establos Nacionales en Kildare, la Roca de Cashel, en el condado de Tipperary, y un parque tecnológico de Cork.
El ex primer ministro británico John Major, quien ayudó a establecer las bases para el Acuerdo del Viernes Santo (1998), declaró que la visita de Isabel II ''sellará'' la relación entre el Reino Unido y la República de Irlanda.
"Algo que uno descubre al viajar por el mundo es que la Reina se ha convertido en una persona icónica", afirmó Major a la BBC.
Por su parte, el ex premier irlandés Bertie Ahern afirmó que la visita real de cuatro días es enormemente importante para el país, y demuestra la "madurez" de la relación entre Irlanda y la Reina y su gobierno.
"Excepto por una pequeña minoría, la población le da la bienvenida", subrayó.
FUENTE: EL DIARIO DE PARANÁ
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