Familiares de los entrerrianos asesinados en la masacre ocurrida en 1976 dialogaron con EL DIARIO apenas conocida la sentencia. A 35 años, la emoción, la continuidad de la lucha y el recuerdo de Amanda Mayor.
Fue en la madrugada del 13 de diciembre de 1976. Cerca de la pequeña localidad de Margarita Belén. En la provincia del Chaco. A un costado de la ruta nacional 11. A la altura del kilómetro 1.042. Allí, exactamente, fueron asesinados 22 presos políticos. Horas antes habían sido brutalmente torturados. Se los ejecutó alegando un intento de fuga.
La masacre de Margarita Belén es uno de los asesinatos colectivos que primero se conocieron al concluir la dictadura cívico militar y se constituyó en una causa emblemática. Eran 17 varones y 4 mujeres. La mayor era una militante de las Ligas Agrarias, de 41 años. El resto, miembros de la Juventud Peronista, promediaba los 30.
A 35 años, ocho ex militares responsables de esos crímenes fueron condenados a prisión perpetua en cárcel común. En las puertas del Tribunal Oral Federal de Resistencia, familiares de las víctimas festejaron, lloraron y se abrazaron luego de la sentencia, en compañía de centenares de personas.
EMOCIÓN. Fernando Piérola, Raúl Caire y Reinaldo Zapata Soñez eran entrerrianos y se cuentan entre quienes murieron en la masacre. Familiares y amigos de Piérola viajaron desde Paraná en una caravana de cinco autos. Uno de sus hermanos, Gustavo, a poco de conocer la sentencia dialogó con EL DIARIO. “Es un momento de mucha emoción, mucha euforia, mucha alegría”, describió. Dijo que el fallo era el esperado en relación a los ex militares, pero confió que la absolución del ex policía “fue un baldazo de agua fría”.
“Para nosotros es el fin de una etapa, pero esta lucha no termina aquí. Se ha dado un primer paso, pero hay muchos militares por llevar al tribunal y muchos compañeros a los que estamos buscando”, expresó Piérola, quien integra la comisión provincial por la Memoria del gobierno entrerriano.
“Esperamos que este fallo sea un mensaje fuerte para la sociedad chaqueña y sirva para romper el pacto de silencio que hay en torno a este hecho tan brutal”, instó. Y anticipó: “Estamos muy contentos. Hoy vamos a celebrar, tocaremos la guitarra, cantaremos, pero nuestra lucha continúa”.
Muy emocionada, Lucy Caire, esposa de Raúl Caire, atendió a EL DIARIO mientras realizaba un recorrido por los pasillos de la Brigada de Investigaciones de Resistencia que hoy es un museo de la memoria. Decidió hacer esa visita antes de emprender el regreso a Concordia, desde donde llegó para estar presente al momento de la sentencia.
“Estamos muy satisfechos con las condenas, después de tantos años. Hubiéramos querido que fuera antes. Se demoró tanto”, lamentó. Lucy Caire tiene 61 años y es docente jubilada. Calificó al fallo como “un triunfo de la democracia” y rescató “el apoyo de familiares y amigos”.
AMANDA. Todos los presentes coincidieron en un recuerdo: el de Amanda Mayor, madre de Fernando Piérola, cuya lucha persistente fue clave en el esclarecimiento de la masacre de Margarita Belén. Amanda murió en 2005, pero hoy, de alguna manera, estuvo presente en la sala de audiencias.
“Ella siempre estuvo, desde 1976 cuando vino a buscar a Fernando. Después de padecer cárcel y exilio nos fuimos sumando nosotros, pero ella estuvo siempre. No sólo peleando por Fernando, sino por todos. Y hoy también estuvo con nosotros”, expresó Gustavo Piérola.
En el Aula Magna de la Universidad Nacional del Nordeste, en Resistencia, un gran mural recuerda la masacre. Es obra de Amanda y su nombre ayer cobró un nuevo sentido: “Argentina, dolor y esperanza”.
Osuna: “La sentencia reivindica la verdad y la memoria”
La senadora nacional Blanca Osuna valoró ayer la decisión de la Justicia de condenar a prisión perpetua a ocho acusados en el juicio oral por la causa conocida como “Margarita Belén”, en la que se investigan delitos de lesa humanidad cometidos durante el último gobierno cívico militar, donde fueron asesinados y desaparecidos tres entrerrianos: Fernando Piérola, Reinaldo Zapata Soñez y Raúl Caire.
Como miembro de Comisión para la Coordinación y Agilización de Causas por Delitos de Lesa Humanidad, creada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Osuna indicó que “estos avances van en consonancia con el impulso dado por el Gobierno nacional para esclarecer los delitos de lesa humanidad”, lo que permite que “se arribe a una sentencia que reivindica la verdad y la memoria y que es un avance en la vida democrática de nuestro país”, consideró.
En ese sentido, precisó que en este juicio “se avanzó fuertemente a partir del impulso que el Ministerio Público Fiscal impuso al tema”.
Caso 678
En 1985, la masacre de Margarita Belén llegó a la Justicia catalogada como “caso 678” en la causa número 13 contra la Junta Militar. Ayer, 26 años más tarde, el Tribunal Oral Federal de Resistencia -presidido por Gladys Yunes- sentenció a prisión perpetua en cárcel común a ocho represores: Gustavo Athos, Horacio Losito, Aldo Martínez Segón, Jorge Daniel Carnero Sabol, Ricardo Guillermo Reyes, Germán Emilio Riquelme, Ernesto Jorge Simoni y Luis Alberto Patetta. El ex policía Alfredo Luis Chas, considerado partícipe secundario, fue absuelto de culpa y cargo.
Los ex militares fueron sentenciados por los delitos de homicidio agravado por alevosía y por el número de partícipes; privación ilegítima de la libertad agravada por el tiempo, y desaparición forzada de personas. Los fundamentos se conocerán el 12 de julio. Fueron querellantes en esta causa los familiares de las victimas, la subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia del Chaco y el Estado nacional.
FERNANDO PIÉROLA
Nació el 25 de junio de 1952. Era el segundo de seis hermanos, hijo de un profesor de letras y de una artista plástica. Creció a dos cuadras del club Echagüe, donde jugaba al básquet, aunque practicaba varios deportes. Se fue a Resistencia a estudiar Arquitectura en 1970. Trabajó como dibujante en un estudio. Vivía en una casa pequeña que los amigos denominaban “la embajada de Entre Ríos”. Leía, tomaba mate, escuchaba música. En 1974 viajó por Latinoamérica. Llegó y se casó con su novia de años. No militó en la universidad, sino en los barrios. Fue detenido en Misiones y asesinado a los 24 años.
RAÚL CAIRE
Nació en la localidad entrerriana de Colonia Izquierdo, en 1949. Empezó la escuela primaria en el colegio de Caseros y trabajó en el campo junto a sus padres y hermanos. Luego se mudó a Paraná, donde terminó la escuela y cursó el bachillerato en el Seminario. A los 18 años se fue a vivir a Concordia, donde fue dirigente de la Juventud Peronista y empleado bancario. Estudió Filosofía en el Instituto del Profesorado. Allí conoció a Lucy, con quien se casó y tuvieron dos hijos. Los cuatro fueron secuestrados el 2 de noviembre de 1976. Ellos sobrevivieron. Raúl fue asesinado a los 27 años.
REINALDO ZAPATA SOÑEZ
Nació en 1940, hijo del director de un Instituto Terciario. Era profesor de matemática y de físico - química. Tenía 36 años cuando fue desaparecido de la Brigada de Investigaciones de Resistencia y visto la noche del 12 de diciembre en la Alcaldía de esa ciudad. Había sido detenido en noviembre de 1976. Con pocos días de diferencia, también su mujer fue secuestrada en Corrientes. Ella, llamada Ema Beatriz Cabral, había nacido en 1948, hija de una profesora de Historia y un enfermero. Era terapista ocupacional. Tenía 28 años cuando fue desaparecida. Tuvieron una hija que entonces tenía pocos meses.
FUENTE: EL DIARIO DE PARANÁ
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