El que se perfilaba como candidato socialista a la presidencia de Francia puede ser condenado a una pena entre 15 a 25 años de cárcel si se prueban las acusaciones de agresión sexual en primer grado, intento de violación y cuatro cargos por abusos.
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, seguirá entre rejas al menos hasta el jueves, sin posibilidades de acceder a la libertad bajo fianza y con una condena por siete delitos de abuso sexual e intento de violación pendiendo sobre su cabeza.
Al final del juicio, el hombre que no ha tenido que enfrentar ningún tribunal del mundo por las nefastas recetas impuestas a múltiples países desde la cúpula del FMI, podría verse expuesto a entre 15 y 25 años de cárcel.
Ayer, en su primer traspié judicial tras el lapidario relato acusatorio de la Fiscalía de Manhattan, la jueza Melissa Jackson rechazó el pedido de libertad bajo fianza de 1 millón de dólares solicitada por el abogado defensor.
El fiscal Cyrus Vance anunció que Strauss-Kahn debe responder por el intento de abuso contra una inmigrante africana empleada del hotel de Nueva York, en el que habría ocurrido el “arrebato”. DSK, como lo conocen los franceses, fue detenido el sábado en el aeropuerto neoyorquino, cuando ya estaba a bordo de un avión que lo llevaría a París, para luego seguir hasta Bruselas, donde ayer debía presidir el encuentro en el que se trató el “rescate” internacional a Grecia y Portugal. “Ahora, el que necesita un rescate es él”, comentó un ministro de Economía que asistió en la sede de la Unión Europea al encuentro en el que todos hablaron de él. La Fiscalía dijo que sobre Strauss-Kahn pesan dos acusaciones de agresión sexual en primer grado, otra por intento de violación y otros cuatro cargos por abusos sexuales.
Esposado y vistiendo el mismo traje oscuro y la misma camisa blanca con la que se lo vio cuando fue detenido, Strauss-Kahn se presentó ante el tribunal, donde se declaró “inocente” de los cargos. En la acusación de la fiscalía se describe que el funcionario “cerró la puerta de la habitación de su hotel para evitar que su víctima, una empleada de limpieza del establecimiento, pudiera escapar. Tomó a su víctima por el pecho sin su consentimiento e intentó quitarle la ropa interior, además de manosear su área vaginal”, señaló Vance. Luego detalló que “intentó dos veces por la fuerza llevar su pene a la boca de la víctima”. Al dar a conocer la acusación, la fiscalía presentó las pruebas forenses que lo implican y recordó que el acusado tiene otra investigación pendiente, también por acoso sexual.
Esa situación fue la que indujo a la jueza a negar la libertad bajo fianza pedida, pues estimó que se presentaba una posibilidad de fuga del país. La fiscalía recordó que en este caso no se puede invocar la inmunidad diplomática. Durante la audiencia, el director del FMI permaneció con la mirada baja.
Strauss-Kahn, que accedió a realizarse diversos análisis forenses para “demostrar mi inocencia”, se defendió de las acusaciones alegando que a la hora en que ocurrió la agresión sexual que se le imputa estaba almorzando con su hija en un restaurante de Manhattan.
FUETE: Efe, AP, Ansa
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